Columna en EL PAIS de Cali*, 29 de Enero 2008. Pág.
La parte más deteriorada de los Cerros de Cali es lo que llaman en Planeación Municipal la
"zona de transición".
Allí están todos los asentamientos ilegales, que no son exactamente invasiones, sino urbanizaciones piratas, porque los propietarios han vendido los terrenos.
Pero la política municipal pareciera que fomenta dicha ilegalidad, porque nada de lo que se presenta a Planeación Municipal puede ser aprobado, porque "no cumple las normas".
Es decir, todo lo ilegal, se hace, para lo legal existen muchas trabas.
A pesar de la insistencia de varios años para que se reglamente esta zona, conforme a la ley ambiental, no ha sido posible que le presten atención a este gravísimo problema de Cali.
Lo que se debe hacer es reglamentar
"la zona de transición” y aprovechar los Cerros para planes de desarrollo ambiental, recreación y desarrollos institucionales.
Corpocerros estuvo en la reunión donde se hicieron las modificaciones al POT a finales del año pasado, sometidas a las directrices de la CVC y al Concejo Municipal, y donde se acordó un artículo que obligará a la Administración Municipal a presentar una reglamentación, de acuerdo con la ley ambiental de
"la zona de transición". Esto dentro de un plazo máximo de un año.
La administración del alcalde Ramiro Tafur no alcanzó a someter esta propuesta a los organismos competentes y quedó pendiente para que la presente el alcalde Jorge Iván Ospina.
Salvemos los Cerros, ¡ manos a la obra !
A CUIDAR LOS CERROS
JUNTO A CRISTRO REY, LAS TRES CRUCES ES UNO DE LOS SIMBOLOS MAS VISIBLES DE LA CAPITAL DEL VALLE.
A pesar de ello, el cerro no ha escapado al abandono en el que ha estado sumida buena parte de la ciudad en los últimos años.
No de otra manera se explica que, pese a que desde 1999 se ordeno, clausura de la actividad minera, sus laderas todavía son arañadas y dejadas a merced de la erosión.
Lo mas grave es que esto, unido a la proliferación de invasiones, representa un inminente riesgo de derrumbe.
Y también es cierto que las tres cruces cada vez se pueden observar menos, debido a la maraña de antenas que se han instalado cerca del monumento.
Así que si de verdad se quiere recuperar la estima de la ciudad, hay que mirar hacia los cerros tutelares y hacer lo necesario para recuperarlos del abandono y los peligros que los acosan.
ARTICULO DEL PERIODICO "LA CIUDAD" AGOSTO 2008
DETERIORO DE LOS CERROS
Alberto Ramos G. PhD. Investigador y Catedratico
Espacio Cerro Las Tres Cruces, parcelado
Anuncio.Algunos sectores del cerro tutelar de Cali estarían siendo usados para la venta de lotes para viviendas. Archivo / El País
Algunos sectores del cerro Las Tres Cruces están siendo usados para construir viviendas. Así lo indicó Luis Eduardo Barrera, secretario de Vivienda Municipal. La denuncia la hizo luego de un recorrido por el cerro y explicó que las personas que están comprando los lotes o están parcelando esta zona del cerro no pueden adelantar ningún proceso de construcción de vivienda porque el procedimiento es ilegal. “Deben abstenerse porque frente a toda acción que hagan en este lugar con el fin de construir vivienda, el Municipio de inmediato intervendrá”, explicó el funcionario. Asimismo, el titular de la dependencia dijo que quienes ya han entregado dinero por estos lotes pueden llegar a perderlo, porque esta zona no es apta para adelantar ningún proyecto habitacional. Barrera precisó que se pondrá en contacto con la Secretaría de Gobierno y con el Dagma para empezar a corregir cualquier proceso que se adelante en la zona sin previa autorización. A principios de año, la Corporación Autónoma Regional del Valle, CVC, anunció una inversión de mil millones de pesos para la recuperación de los cerros tutelares de Cali, que son afectados, en mayor número, por los asentamientos ilegales, la explotación de carbón y los incendios forestales. El dato El cerro de las Tres Cruces es el lugar preferido de peregrinación de los caleños y turistas durante la Semana Santa.
ARTICULO DEL "EL PAIS" 5 DE AGOSTO DEL 2008
Sirirí. Por: Mario Fernando Prado. Agosto 05 de 2008
LA ANTENA UNICA
Vuelve y juega el tema de la antena única para albergar el casi millar de estos esperpentos que se tiraron las visuales de los cerros de Cristo Rey (Los Cristales) y las Tres Cruces. Precisamente en estas últimas, la hemorragia de antenas minimiza un símbolo de Cali que hoy está perdido en medio de tantas torres y alambrados. Una vergüenza más para esta Cali sinvergüenza.
Y ni hablar de Cristo Rey, en cuyas inmediaciones hay un burdo antenerío sin control y sin Dios ni ley. Pero ahí no acaba la cosa: la azotea de nuestro más emblemático -¿y único?- rascacielos, la Torre de Cali, lejos de ser un helipuerto, como así lo ordena la Ley y cuya carencia es un peligro para quienes están hospedados en el hotel de su mismo nombre y para las oficinas que allí funcionan, es también un nido de antenas que además afean y populachean este hito arquitectónico. Alguna vez el pajarraco escribió sobre el particular. Se le vinieron encima los dueños de las Tres Cruces (¡) y los beneficiarios de estas antenas, quienes calificaron de insensible al Sirirí porque quitar dichos aparatos sería un atentado contra las comunicaciones de la ciudad. Años después, José Rodrigo López Giraldo propuso la solución de la antena única, creo que en predios de su familia. Tampoco tuvo eco y, por el contrario, proliferaron aún más en nuestros cerros tutelares. Hoy por hoy da pena mirar hacia las Tres Cruces, entre otras cosas porque –repito- el antenerío no las deja ver. Ya ni postales hay del lugar y menos de Cristo Rey, porque si a esas imágenes no les hacen un delicado proceso de ‘photoshop’ lo que saldría serían torres, torrecitas y torrecillas con toda suerte de alambres y de alambrados. Los más ‘lindo’ del asunto es que me enviaron un acuerdo del Concejo de Cali del 13 de febrero de 1987 –hace 21 años- en el que por ley se reglamentaban las “instalaciones de comunicaciones en los Cerros de las Tres Cruces y los Cristales de la ciudad”.
El Acuerdo jamás cumplido contemplaba la negociación y si no la expropiación de las tierras circunvecinas a estos cerros y se facultaba a Emcali para que adelantara los estudios y la construcción de una solución única para este problema. Era presidenta del Concejo María Sol Navia Velasco y alcalde de Cali Henry James Éder Caicedo. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no se cumplió el Acuerdo? ¿Quién se atravesó? ¿Qué intereses pudieron existir que patrasearon este Acuerdo? ¿O será que los concejales no le jalaron y todo se quedó en letra muerta pese a que el Acuerdo fue discutido y aprobado en los tres debates reglamentarios y sancionado por el burgomaestre de la época, el doctor Henry James? Uno quisiera no ser tan negativo en lo que escribe. Dejar de ser ‘Norirí’ -como me decía Rodrigo Guerrero- y escribir de humor y hacer reir como caracterizó a este pergueñador. Pero son tantas y tantas las incongruencias, las falencias y los problemas de Cali, que faltarían cuartillas para denunciar y abogar por soluciones.
Cali se nos está hundiendo y aquí no pasa nada. La ciudad ad portas de la tumba y los caleños nos vamos de rumba. Ojalá se reviva lo de la antena única. Ojalá el actual presidente del Concejo ‘Joselito’ Pérez tenga los suficientes pantalones para hacer cumplir una ley que duerme el sueño de los justos desde hace 21 años. Ojalá alguien me acompañara en esta campaña.
ARTICULO DEL "EL PAIS" 13 DE JULIO 2008
Los males que peregrinan en el Cerro de las Tres Cruces
En el Cerro de las Tres Cruces se han erigido unas 431 antenas, 35 de las cuales, según Corpocerros, son ilegales. Planeación propone construcción de una antena única. José Luis Guzmán / El País
Excavaciones ilegales de piedra, invasiones y antenas lo tienen ‘crucificado’. El verde que corona al cerro de las Tres Cruces ahora parece un privilegio exclusivo de la cima de este hito caleño. La vegetación de la emblemática montaña está siendo desplazada por las excavaciones mineras que por décadas se han practicado sobre esta montaña y los asentamientos subnormales que a la fuerza han logrado escalarla. Freddy Hernández heredó a los 8 años de sus tíos el oficio de escarbar el cerro.
Él creció entre la tierra, como también lo ha hecho su familia. Vive en la invasión Altos de Normandía junto a su esposa y sus dos pequeños.
Ahora tiene 38 años, 25 de los cuales ha destinado a explotar la piedra caliza, “después de que el carbón comenzó a escasear” en las entrañas de la montaña. Según explica, en cercanías a este sector existen tres túneles y quince excavaciones a corte abierto donde él y sus compañeros se rebuscan el material que venden para la construcción (enchapes y cimientos).
Un trabajo que no es bien visto por las autoridades ambientales, quienes denuncian que dichas excavaciones son ilegales y erosionan el terreno. En 1999 la entonces Empresa Nacional Minera Limitada, Minercol, ordenó a través de la Resolución No. 3-008-99 la suspensión inmediata y definitiva de los trabajos mineros en el sitio Altos de Normandía. El proceso nunca se llevó a cabo. El País conoció que por esta razón las fundaciones Biodiversidad y Corpocerros impusieron una demanda contra el Municipio Santiago de Cali, el año pasado. “En ese sector siguen existiendo canteras ilegales, sin ningún control, que generan un proceso erosivo. Los huecos que dejan las excavaciones ponen en peligro la zona por derrumbes, como ya hemos visto que ocurre en el Cerro de la Bandera. Como la Alcaldía no sólo no ha tomado acciones sino que no contesta los requerimientos del juzgado administrativo, pusimos una acción popular”, aseguró Armando Palau Aldana, director de Biodiversidad. Lo que argumentan los demandantes es que una mina debe tener un estudio geológico previo para conocer en primer término si hay alguna falla. “En la medida en que se va penetrando la tierra hay que hacer un apuntalamiento de los huecos que van quedando”, cosa que, según ellos, en el sector de Altos de Normandía no se hace y nunca se ha hecho.
Cerca de 38 personas trabajan actualmente en estas excavaciones artesanales, pero Feddy defiende que no son ellos los que han acabado con la montaña. “Uno si ve la diferencia de cómo ha ido quedando, por eso nosotros trabajamos en un lado, después nos vamos para otro y el que dejamos se comienza a recuperar”, dice en medio del terreno seco donde extrae las piedras y señalando hacia la cima del cerro, donde sí existe el verde. Mientras Corpocerros y Biodiversidad esperan que la Administración cumpla, 19 años después, la orden de cerrar las minas ilegales que pululan en Altos de Normandía, los excavadores le piden al Municipio una indemnización por todos los años dedicados a este oficio.
Otro de los males que peregrinan por el Cerro de las Tres Cruces son las invasiones, cuyo proceso de formación comenzó con la llegada de los primeros mineros, quienes se asentaron en el sector con sus familias para estar cerca a los socavones. Según el director del Dagma, Guillermo Banguero, actualmente más de 20 familias se adueñaron de la parte baja del cerro, en el sector del Santuario de la Virgen, donde existe una reserva natural y el peligro de que las viviendas se ‘desmoronen’ a causa del terreno inestable.
Para Silvio Barberena, director ejecutivo de Corpocerros, las casas informales que han logrado ‘escalar’ la montaña se deben al descuido de las autoridades locales.
Según cuenta, en la década de los 80 el Municipio le compró a varias familias invasoras en el sector de Bataclán sus viviendas para que el Dagma construyera un parque ecológico. “El proyecto no se terminó en su totalidad y los terrenos han vuelto a ser invadidos. Esto y las minas tienen muy afectado el cerro, cuando las cruces estén nadando en el río Cali, ya para qué iremos a preguntarnos qué pasó”. Proliferación de antenas Alrededor de 35 antenas de telecomunicaciones se encuentran ubicadas de manera ilegal en el Cerro de las Tres Cruces, según denunció Corpocerros.
Aunque los permisos para su funcionamiento son otorgados por el Ministerio Nacional de Comunicación, quien tiene la potestad para determinar su ubicación en la ciudad es el Municipio, teniendo en cuanta el impacto para el medio ambiente y el espacio aéreo. Harold Rojas, miembro de Corpocerros, sostiene que en el cerro fue instalada con fines comerciales y sin ningún control “una especie de centralita como si fuera una cabina para el manejo comunitario”.
La propuesta del Departamento de Planeación es establecer una Antena Única con el fin de descontaminar este sector. Historia del cerro El Cerro de las Tres Cruces está ubicado al noroccidente de Cali, en el área rural de Montebello.
Es uno de los principales hitos paisajísticos de la ciudad, famoso porque en Semana Santa los feligreses suben sus más de 400 metros.
Las cruces fueron construidas en 1937 por el ingeniero Argemiro Escobar y el maestro de obra Luis Felipe Perea.
La cruz central mide 26 metros de altura con 11 metros de ancho. Las cruces laterales tienen 22 metros de altura con 8 metros de ancho
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